Consejos para Reducir el Uso de Pantallas en Niños

No dejes que las pantallas se apoderen: 8 consejos para las familias
El uso de pantallas en el hogar y su impacto en la salud

El uso excesivo de dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles, tabletas, computadoras y televisores, ha incrementado notablemente en los últimos años, especialmente entre los niños y adolescentes. Como profesionales de la salud, es fundamental conocer los riesgos asociados con el tiempo prolongado frente a las pantallas, que pueden ir desde problemas visuales hasta efectos negativos en la salud mental y física. También es esencial estar preparados para ofrecer consejos prácticos a las familias sobre cómo gestionar el uso de pantallas de manera saludable. A continuación, se presentan ocho estrategias eficaces que las familias pueden implementar para prevenir que las pantallas dominen su vida diaria.

1. Establecer límites de tiempo para el uso de pantallas

Uno de los primeros pasos que las familias pueden tomar es establecer límites claros sobre el tiempo de uso de pantallas. Las recomendaciones actuales sugieren que los niños menores de 2 años no deberían tener tiempo de pantalla, mientras que los niños mayores de 2 años deberían limitar su tiempo frente a pantallas a no más de una hora al día con contenido de alta calidad. Para adolescentes y adultos, la Academia Americana de Pediatría recomienda un enfoque de equilibrio que incluya actividad física, tiempo de estudio y horas de sueño adecuadas. Para implementar estos límites, los padres pueden usar herramientas como temporizadores y aplicaciones de control parental para ayudar a controlar el tiempo que los niños pasan frente a las pantallas.

2. Crear "zonas libres de pantallas" en el hogar

Las "zonas libres de pantallas" son áreas en la casa donde no se permiten dispositivos electrónicos. Estas zonas pueden incluir el comedor, las habitaciones, o espacios de estudio. Esta práctica no solo reduce la exposición a las pantallas, sino que también fomenta la interacción familiar y la comunicación cara a cara. Las comidas familiares son una excelente oportunidad para establecer un tiempo de calidad sin pantallas, lo cual fortalece los lazos familiares y permite conversaciones significativas que de otro modo se perderían si los miembros de la familia estuvieran inmersos en sus dispositivos.

3. Fomentar actividades físicas y al aire libre

Una de las mejores maneras de reducir el tiempo frente a pantallas es promover actividades físicas y al aire libre. Involucrar a los niños y adolescentes en deportes, caminatas, ciclismo, o juegos en el parque no solo ayuda a reducir el sedentarismo, sino que también mejora la salud mental, el bienestar emocional, y la condición física. Además, al participar en actividades grupales, los niños aprenden habilidades sociales importantes y desarrollan un sentido de comunidad. Para los profesionales de la salud, es crucial destacar los beneficios del ejercicio regular y el contacto con la naturaleza como contrapeso al tiempo de pantalla.

4. Ser un modelo a seguir con el uso de pantallas

Los niños aprenden observando el comportamiento de sus padres. Por lo tanto, es vital que los adultos en el hogar también practiquen hábitos saludables con respecto al uso de pantallas. Limitar el tiempo frente a las pantallas, evitar el uso de dispositivos durante las comidas y las interacciones familiares, y mostrar interés por actividades no relacionadas con pantallas, como la lectura o los pasatiempos, son maneras efectivas de enseñar a los niños cómo equilibrar el uso de la tecnología con otras actividades. Los padres que modelan un comportamiento saludable de uso de pantallas tienen más probabilidades de ver a sus hijos adoptar esos mismos hábitos.

5. Proporcionar alternativas de entretenimiento sin pantallas

Es importante que las familias proporcionen alternativas atractivas al tiempo de pantalla. Los juegos de mesa, las manualidades, la lectura, la música, el teatro, o los proyectos de ciencia pueden ser excelentes opciones para mantener a los niños y adolescentes comprometidos y entretenidos sin la necesidad de recurrir a dispositivos electrónicos. Al presentar estas opciones de entretenimiento, los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar una amplia gama de habilidades, desde la creatividad hasta la resolución de problemas, que no se obtienen fácilmente a través del tiempo de pantalla pasivo.

6. Enseñar sobre el contenido y el tiempo de calidad frente a pantallas

No todo el tiempo frente a pantallas es igual. Es esencial educar a las familias sobre la diferencia entre el uso pasivo y activo de la pantalla. El uso activo implica interactuar con el contenido de una manera que promueva el aprendizaje o la creatividad, como participar en actividades educativas, usar aplicaciones de aprendizaje de idiomas o realizar videollamadas con familiares y amigos. Por otro lado, el uso pasivo, como mirar televisión o navegar sin propósito en las redes sociales, puede tener efectos más negativos en la salud mental y física. Orientar a los padres sobre cómo elegir contenido de calidad y equilibrar el tiempo de pantalla activo y pasivo es fundamental.

7. Establecer una "hora de apagar pantallas" diaria

Una rutina de "apagar pantallas" una o dos horas antes de dormir puede ayudar a mejorar la calidad del sueño para toda la familia. La luz azul emitida por los dispositivos electrónicos puede interferir con la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño. Fomentar actividades relajantes como leer un libro, escuchar música suave o realizar ejercicios de respiración antes de dormir puede ser beneficioso para preparar al cuerpo y la mente para un descanso adecuado. Para los profesionales de la salud, es importante comunicar estos efectos a las familias y proporcionar estrategias prácticas para reducir la exposición a las pantallas por la noche.

8. Utilizar la tecnología como una herramienta educativa, no como una niñera digital

La tecnología puede ser una herramienta poderosa cuando se usa de manera consciente y con propósito. Los padres deben ser alentados a utilizar aplicaciones y plataformas que promuevan el aprendizaje y el desarrollo de habilidades en lugar de confiar en las pantallas como un medio para mantener ocupados a los niños. Existen numerosas aplicaciones educativas, juegos interactivos, y videos de aprendizaje que pueden ser útiles para complementar la educación de los niños, siempre bajo la supervisión y el compromiso de los padres en el proceso de aprendizaje.