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¿Cuándo es Necesaria una Amigdalectomía en Niños? Guía Completa para Médicos

Discussion in 'El Foro Médico' started by medicina española, Sep 9, 2024.

  1. medicina española

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    ¿Necesita su hijo una amigdalectomía? Una guía exhaustiva para médicos y profesionales de la salud

    Indicaciones comunes para la amigdalectomía en niños
    La amigdalectomía es una cirugía frecuente en la práctica pediátrica, especialmente indicada en casos de infecciones recurrentes de las amígdalas (amigdalitis) o hipertrofia amigdalina que causa obstrucción de la vía aérea superior. Los criterios para realizar esta cirugía pueden variar según las guías clínicas y la evaluación del otorrinolaringólogo, pero algunas de las indicaciones más comunes incluyen:

    1. Infecciones recurrentes de las amígdalas: La amigdalitis recurrente, definida generalmente como siete o más episodios de amigdalitis en un año, cinco episodios por año durante dos años consecutivos, o tres episodios por año durante tres años consecutivos, es una indicación clásica. Los episodios de amigdalitis suelen ir acompañados de fiebre, dolor de garganta, inflamación de las amígdalas y adenopatías cervicales.

    2. Absceso periamigdalino: La formación de un absceso alrededor de las amígdalas, conocido como absceso periamigdalino, es una complicación seria de la amigdalitis aguda. En algunos casos, si el niño ha tenido un episodio de absceso periamigdalino, se recomienda la amigdalectomía para prevenir recurrencias.

    3. Hipertrofia amigdalina obstructiva: La hipertrofia de las amígdalas puede causar obstrucción de la vía aérea superior, contribuyendo a problemas respiratorios como el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS). Los niños con hipertrofia amigdalina severa pueden presentar ronquidos, respiración bucal, trastornos del sueño y somnolencia diurna. La amigdalectomía, en estos casos, puede mejorar significativamente la calidad de vida del niño.

    4. Amigdalitis crónica: Cuando las amígdalas están permanentemente inflamadas y causan síntomas persistentes como dolor de garganta, halitosis (mal aliento) y molestias al tragar, se puede considerar la amigdalectomía como una opción terapéutica.

    5. Trastornos del crecimiento y desarrollo: En algunos casos, la hipertrofia de las amígdalas puede afectar la alimentación, causando problemas de crecimiento y desarrollo en el niño. Los médicos deben considerar la amigdalectomía en estos casos para mejorar el bienestar general del paciente.
    Evaluación preoperatoria
    La evaluación preoperatoria de un niño que potencialmente necesita una amigdalectomía es crucial. Esta evaluación debe incluir:

    • Historia clínica detallada: Debe incluir la frecuencia y severidad de las infecciones amigdalinas, síntomas de obstrucción de la vía aérea superior, antecedentes de abscesos periamigdalinos y síntomas relacionados con el sueño.

    • Examen físico: Es fundamental para evaluar la hipertrofia de las amígdalas y adenoides, la presencia de secreciones purulentas, adenopatías cervicales y cualquier signo de infección activa.

    • Estudios de imagen y pruebas de sueño: En niños con sospecha de apnea obstructiva del sueño, se puede considerar una polisomnografía para evaluar la gravedad del trastorno respiratorio.

    • Evaluación de comorbilidades: Condiciones como la obesidad, enfermedades cardiovasculares, anomalías craneofaciales y trastornos hematológicos deben ser evaluadas ya que pueden influir en el riesgo anestésico y el manejo postoperatorio.
    Técnicas quirúrgicas en amigdalectomía
    Existen varias técnicas para la realización de una amigdalectomía, y la elección del método depende de la preferencia del cirujano, la edad del paciente y la indicación de la cirugía. Las técnicas más comunes incluyen:

    1. Amigdalectomía clásica o 'fría': Esta técnica utiliza instrumentos quirúrgicos convencionales como el bisturí o las tijeras para extirpar las amígdalas. Aunque puede haber un mayor riesgo de sangrado intraoperatorio, algunos cirujanos prefieren esta técnica debido a su precisión.

    2. Amigdalectomía con electrocauterio: Utiliza calor generado por una corriente eléctrica para cortar y coagular simultáneamente el tejido amigdalino. Esta técnica reduce el tiempo quirúrgico y la pérdida de sangre, pero puede aumentar el dolor postoperatorio debido a la quemadura térmica del tejido.

    3. Amigdalectomía por radiofrecuencia (Coblation): Esta técnica utiliza energía de radiofrecuencia a baja temperatura para extirpar las amígdalas, lo que puede reducir el dolor y la inflamación postoperatorios en comparación con la amigdalectomía clásica.

    4. Amigdalectomía con láser: Aunque no es una técnica de primera línea, el láser puede ser utilizado en algunos casos para realizar la extirpación de las amígdalas. Esta técnica puede ofrecer ventajas en términos de hemostasia, pero su uso no está tan extendido debido al costo y la necesidad de equipo especializado.
    Manejo postoperatorio y posibles complicaciones
    El manejo postoperatorio de la amigdalectomía es fundamental para asegurar una recuperación rápida y sin complicaciones. Las medidas comunes incluyen:

    • Control del dolor: El dolor postoperatorio es una de las principales preocupaciones en la amigdalectomía pediátrica. Los analgésicos como el paracetamol y los AINEs son de primera línea. Se debe evitar el uso de opioides en la medida de lo posible debido a sus efectos secundarios.

    • Hidratación adecuada: La ingesta de líquidos es esencial para prevenir la deshidratación y facilitar la recuperación. La deglución de líquidos fríos puede ayudar a aliviar el dolor.

    • Dieta blanda: Se recomienda una dieta blanda y fría en los primeros días postoperatorios para minimizar el dolor al tragar.

    • Reposo adecuado: Aunque no es necesario el reposo absoluto, se debe limitar la actividad física intensa durante las primeras dos semanas postoperatorias para reducir el riesgo de hemorragia.
    Complicaciones posibles
    1. Hemorragia: La hemorragia postoperatoria es la complicación más temida, ocurriendo en aproximadamente el 2-5% de los casos. Puede ser primaria (dentro de las primeras 24 horas) o secundaria (después de las 24 horas). La identificación temprana y el manejo adecuado son cruciales.

    2. Infección: Aunque es raro, puede ocurrir infección en el lecho amigdalino. Los signos incluyen fiebre, dolor persistente y secreción purulenta. Se puede requerir tratamiento antibiótico.

    3. Dolor severo: Algunos niños pueden experimentar dolor severo que interfiere con la hidratación y la alimentación. La educación de los padres sobre el manejo del dolor es vital.

    4. Insuficiencia velofaríngea: En casos raros, la cirugía puede afectar la función del paladar blando, causando problemas en la fonación o la deglución.

    5. Regeneración de tejido amigdalino: Es raro pero posible que el tejido amigdalino vuelva a crecer, especialmente si no se ha eliminado completamente.
    Alternativas a la amigdalectomía
    No todos los casos de amigdalitis o hipertrofia amigdalina requieren una intervención quirúrgica. Las alternativas pueden incluir:

    • Tratamiento antibiótico: Para infecciones agudas de las amígdalas, los antibióticos siguen siendo la primera línea de tratamiento.

    • Monitoreo y observación: En casos de amigdalitis menos severa o hipertrofia no obstructiva, se puede considerar la observación activa.

    • Terapia con corticoides: En algunos casos de hipertrofia amigdalina obstructiva leve, se ha sugerido el uso de corticoides para reducir el tamaño de las amígdalas, aunque la evidencia es limitada.
    Resultados a largo plazo y calidad de vida
    La amigdalectomía, cuando se indica adecuadamente, puede mejorar significativamente la calidad de vida de los niños, especialmente aquellos con infecciones recurrentes o apnea obstructiva del sueño. Los estudios han demostrado que la amigdalectomía reduce significativamente la frecuencia de infecciones de la garganta, mejora la calidad del sueño y disminuye los episodios de apnea.

    El seguimiento a largo plazo es esencial para evaluar los beneficios y posibles complicaciones. La mayoría de los niños pueden regresar a sus actividades normales dentro de dos semanas post-cirugía, pero es importante que los padres sean conscientes de las señales de advertencia de complicaciones postoperatorias y busquen atención médica inmediata si es necesario.

    Conclusión
    La decisión de realizar una amigdalectomía en un niño debe basarse en una evaluación exhaustiva de la indicación, los riesgos y los beneficios. Los médicos deben individualizar la decisión según las necesidades del paciente, asegurando que se sigan las guías clínicas y se consideren las alternativas no quirúrgicas cuando sea posible.
     

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