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Detener el Sangrado Nasal: Técnicas Eficaces para Médicos

Discussion in 'El Foro Médico' started by medicina española, Sep 24, 2024.

  1. medicina española

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    Detener el sangrado nasal: un pellizco suele ser suficiente

    El sangrado nasal, conocido en términos médicos como epistaxis, es una afección común que afecta a personas de todas las edades. Aunque muchas veces puede parecer alarmante, la mayoría de los casos de epistaxis son benignos y fáciles de controlar con medidas sencillas. Un pellizco aplicado correctamente en el lugar indicado puede ser suficiente para detener la hemorragia. A continuación, abordaremos en profundidad las causas del sangrado nasal, las técnicas más efectivas para detenerlo, cuándo buscar atención médica y las medidas preventivas que pueden tomarse para reducir su recurrencia.

    ¿Por qué ocurren los sangrados nasales?
    Existen varias razones por las cuales puede ocurrir un sangrado nasal, y estas pueden clasificarse en dos grandes categorías: causas locales y causas sistémicas.

    Causas locales:

    1. Trauma nasal: Uno de los desencadenantes más comunes del sangrado nasal es el trauma directo en la nariz, que puede deberse a un golpe, la inserción de objetos extraños (común en niños) o simplemente al hurgarse la nariz. Este tipo de lesiones puede dañar los vasos sanguíneos superficiales del tabique nasal, lo que conduce al sangrado.
    2. Sequedad ambiental: En ambientes secos, especialmente durante el invierno o en climas áridos, las membranas nasales pueden secarse y agrietarse, lo que aumenta el riesgo de sangrado. Esto es particularmente común en personas que usan calefacción interna, ya que reduce aún más la humedad en el aire.
    3. Rinitis alérgica o infecciosa: Las personas que sufren de alergias o infecciones respiratorias crónicas, como el resfriado común o la sinusitis, a menudo experimentan irritación en el revestimiento nasal, lo que puede desencadenar hemorragias frecuentes.
    4. Uso excesivo de descongestionantes nasales: Aunque estos medicamentos son efectivos para aliviar la congestión nasal, su uso prolongado o inapropiado puede secar e irritar la mucosa nasal, aumentando la probabilidad de sangrado.
    Causas sistémicas:

    1. Hipertensión arterial: Si bien no es una causa directa de epistaxis, la hipertensión puede hacer que los vasos sanguíneos en la nariz se vuelvan más frágiles, lo que los predispone a romperse ante el más mínimo estímulo.
    2. Trastornos de la coagulación: Las personas con afecciones que afectan la coagulación sanguínea, como la hemofilia o la enfermedad de Von Willebrand, o aquellas que toman medicamentos anticoagulantes (como warfarina o aspirina), son más propensas a tener episodios recurrentes de epistaxis.
    3. Cambios hormonales: Las mujeres embarazadas, debido al aumento del volumen sanguíneo y la dilatación de los vasos sanguíneos, a menudo experimentan epistaxis durante el embarazo.
    Técnicas para detener un sangrado nasal
    Cuando se trata de detener una epistaxis, la técnica del "pellizco" es la más recomendada y efectiva en la mayoría de los casos. Es importante que tanto los profesionales de la salud como el público en general conozcan esta técnica básica, que puede marcar la diferencia entre un episodio corto y uno prolongado.

    1. Instrucciones para el paciente:
      • Primero, mantenga la calma. Aunque el sangrado nasal puede ser alarmante, en la mayoría de los casos no es grave.
      • Siéntese con el torso ligeramente inclinado hacia adelante. Esta posición evita que la sangre fluya hacia la garganta, lo que podría causar náuseas o vómitos.
      • Utilizando el pulgar y el índice, pellizque la parte blanda de la nariz (justo debajo del puente) con firmeza durante al menos 10 a 15 minutos. Es importante no pellizcar la parte ósea de la nariz, ya que esto no será efectivo.
      • Evite inclinar la cabeza hacia atrás, ya que esto puede hacer que la sangre fluya hacia la garganta.
      • Mientras se mantiene la presión, respire por la boca.
    2. Opciones adicionales:
      • Aplicar frío: Colocar una compresa fría o una bolsa de hielo en el puente de la nariz puede ayudar a contraer los vasos sanguíneos y detener el sangrado más rápido. Esto se puede hacer simultáneamente mientras se aplica presión en la nariz.
      • Usar un hisopo con vaselina o solución salina: Si el sangrado es recurrente, la aplicación de un hisopo con vaselina en el interior de la nariz puede ayudar a hidratar la mucosa y prevenir futuras hemorragias. En el caso de sequedad nasal, también es útil el uso de solución salina.
      • Spray de oximetazolina: Si la presión manual no es suficiente, un aerosol nasal de oximetazolina (un vasoconstrictor) puede ser útil para detener el sangrado. Sin embargo, debe usarse con precaución y solo en episodios aislados para evitar el riesgo de dependencia.
    Cuándo buscar atención médica
    Aunque la mayoría de los sangrados nasales pueden controlarse en casa con las medidas mencionadas, existen ciertas situaciones en las que se debe buscar atención médica inmediata:

    • Si el sangrado dura más de 20 minutos a pesar de aplicar presión adecuada.
    • Si el sangrado es muy abundante o provoca mareos o debilidad.
    • Si el sangrado nasal ocurre después de un traumatismo significativo, especialmente si se sospecha de una fractura de nariz.
    • Si la persona está tomando anticoagulantes y el sangrado es recurrente.
    • Si la persona tiene antecedentes de trastornos de coagulación.
    • Si el sangrado nasal se acompaña de otros síntomas, como dolor de cabeza intenso, visión borrosa o dificultad para respirar.
    Prevención de futuros sangrados nasales
    La prevención de las epistaxis recurrentes es clave, especialmente en aquellos pacientes que presentan factores de riesgo. Algunas de las estrategias más efectivas incluyen:

    1. Mantener la mucosa nasal hidratada: En entornos secos o durante el invierno, es recomendable el uso regular de solución salina o humidificadores en el hogar para evitar la sequedad nasal.
    2. Evitar hurgarse la nariz: El hábito de hurgarse la nariz, especialmente en niños, es una causa común de trauma nasal. Enseñarles a no hacerlo puede reducir significativamente la incidencia de epistaxis.
    3. Controlar la presión arterial: Los pacientes con hipertensión deben asegurarse de mantener su presión bajo control mediante dieta, ejercicio y, si es necesario, medicamentos. Una presión arterial controlada reduce el riesgo de hemorragias nasales.
    4. Evitar el uso excesivo de descongestionantes: Estos medicamentos, aunque efectivos, deben utilizarse de acuerdo con las indicaciones médicas. El uso prolongado puede resecar e irritar la mucosa nasal, aumentando el riesgo de hemorragia.
    5. Proteger la nariz en actividades de riesgo: Las personas que practican deportes de contacto deben utilizar protectores nasales para prevenir traumas en la nariz.
    Tratamientos médicos adicionales
    En algunos casos, cuando la epistaxis es recurrente o no responde a las medidas convencionales, es posible que se requieran intervenciones médicas más avanzadas:

    1. Cauterización: Se puede usar un agente químico, como el nitrato de plata, o un dispositivo térmico para cauterizar los vasos sanguíneos que causan el sangrado. Este procedimiento es rápido y generalmente muy efectivo para detener hemorragias recurrentes.
    2. Taponamiento nasal: Si el sangrado es difícil de controlar o proviene de una fuente más profunda, el médico puede insertar un tapón nasal (tampones de gasa o dispositivos inflables) para aplicar presión directa en el área sangrante.
    3. Intervención quirúrgica: En casos extremadamente raros, cuando otros tratamientos han fallado, puede ser necesaria una cirugía para ligar los vasos sanguíneos que causan el sangrado.
     

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