El Desafío de la Vacunación Contra la Gripe 2024: ¿Qué Falló este Año?

La vacuna contra la gripe de este año es “decepcionante” frente al virus principal de la gripe
La vacunación anual contra la gripe es una de las estrategias más importantes en salud pública para prevenir la enfermedad, reducir hospitalizaciones y salvar vidas. Sin embargo, este año la vacuna ha sido calificada como “decepcionante” por algunos expertos, particularmente en su capacidad para proteger contra la cepa dominante de la gripe. Para los médicos y profesionales de la salud, este problema representa un desafío significativo, ya que la vacunación es una herramienta clave en la lucha contra los virus de la influenza. A continuación, analizamos las razones detrás de la menor efectividad de la vacuna de este año, las consecuencias para la población y las estrategias que se pueden adoptar para mitigar los efectos de este problema.

La naturaleza cambiante del virus de la gripe
Uno de los mayores retos que enfrenta la creación de una vacuna eficaz contra la gripe es la rápida mutación del virus. La influenza es altamente variable, lo que significa que puede cambiar de una temporada a otra, y en ocasiones incluso dentro de la misma temporada. Esto se debe principalmente a dos mecanismos:

1. Deriva antigénica: Es un proceso de mutaciones puntuales en los genes que codifican las proteínas de la superficie del virus, particularmente la hemaglutinina (HA) y la neuraminidasa (NA). Estos cambios pueden acumularse con el tiempo y hacer que las cepas virales sean lo suficientemente diferentes como para evadir el reconocimiento inmunológico.
   
   
2. Reagrupamiento: En ocasiones, el virus de la gripe puede sufrir un intercambio de segmentos genéticos entre diferentes cepas cuando una persona está infectada con más de un tipo de virus. Este fenómeno puede resultar en la aparición de nuevas cepas híbridas que pueden ser completamente desconocidas para el sistema inmunológico humano.
   

El resultado de estos procesos es que las cepas que circulan en la población pueden no coincidir con las cepas incluidas en la vacuna, lo que reduce la efectividad del fármaco.

Desafíos en la predicción de cepas
Cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos internacionales de salud recomiendan qué cepas deben incluirse en la vacuna. Estas decisiones se toman aproximadamente con seis meses de anticipación al inicio de la temporada de gripe, con base en los datos de vigilancia global que monitorizan las cepas circulantes en diferentes partes del mundo.

El principal desafío en este proceso es la naturaleza impredecible del virus. Las cepas predominantes pueden cambiar en los meses entre la formulación de la vacuna y la temporada de gripe real. Este año, parece que la cepa H3N2, una de las cepas más agresivas y propensas a mutar, es la dominante en muchas regiones, y no ha sido bien cubierta por la formulación de la vacuna.

Eficacia limitada de la vacuna este año
Según varios estudios y reportes preliminares, la vacuna de este año ha mostrado una eficacia limitada frente a la cepa H3N2. La vacuna, en general, tiene una eficacia promedio que varía entre el 40% y el 60% en temporadas "normales". Sin embargo, cuando hay una discordancia significativa entre la cepa circulante y las cepas incluidas en la vacuna, esta eficacia puede caer dramáticamente, como ha ocurrido en algunas temporadas previas.

En el caso de la cepa H3N2, la eficacia de la vacuna ha sido particularmente baja en años anteriores. Este año, las primeras evaluaciones sugieren que la efectividad contra esta cepa es considerablemente menor, lo que ha llevado a algunos a describir la vacuna como “decepcionante”.

Es importante señalar que, aunque la vacuna puede tener una menor efectividad contra la cepa dominante, sigue proporcionando protección contra otras cepas incluidas en la formulación, como los virus de la influenza tipo B y H1N1.

Impacto en la salud pública
La menor efectividad de la vacuna contra la cepa H3N2 tiene implicaciones importantes para la salud pública. Esta cepa en particular es conocida por causar una mayor tasa de complicaciones graves, especialmente en poblaciones vulnerables como los ancianos, los niños pequeños y las personas con enfermedades crónicas. Además, los brotes de H3N2 tienden a estar asociados con una mayor carga hospitalaria y una mayor mortalidad.

Con una vacuna menos efectiva, se espera que haya un aumento en los casos de gripe este año, lo que podría abrumar a los sistemas de salud, ya de por sí presionados por otras enfermedades respiratorias como el COVID-19. Esto subraya la importancia de adoptar otras medidas preventivas, como el lavado de manos frecuente, el uso de mascarillas en entornos de alto riesgo y el distanciamiento social cuando sea necesario.

Posibles razones de la “decepción”
La baja efectividad de la vacuna contra la cepa H3N2 de este año podría estar relacionada con varias razones:

1. Discordancia de la cepa: Como se mencionó anteriormente, si la cepa H3N2 que circula en la población ha mutado de manera significativa desde que se formuló la vacuna, es posible que el sistema inmunológico no la reconozca adecuadamente, incluso en personas vacunadas.
   
   
2. Problemas con la producción de la vacuna: Las vacunas contra la gripe se producen típicamente en huevos de gallina, lo que puede introducir pequeñas mutaciones en el virus durante el proceso de cultivo. Estas mutaciones pueden alterar la forma en que el sistema inmunológico reconoce el virus, reduciendo la efectividad de la vacuna.
   
   
3. Mecanismos inmunológicos: La cepa H3N2 es conocida por su capacidad de evadir el sistema inmunológico de manera más efectiva que otras cepas. Esto podría estar relacionado con factores como la variabilidad genética del virus y su capacidad para inducir una respuesta inmunológica menos robusta en comparación con otras cepas como el H1N1.
   

Consejos para los médicos ante una vacuna menos eficaz
Para los médicos y profesionales de la salud, la menor efectividad de la vacuna contra la gripe de este año plantea un desafío considerable. Aquí algunos enfoques recomendados:

1. Recomendar la vacunación a pesar de la efectividad limitada: Aunque la vacuna puede ser menos efectiva contra la cepa dominante, sigue ofreciendo una protección importante contra otras cepas del virus. Además, las personas vacunadas que contraen la gripe tienden a tener síntomas más leves y un menor riesgo de complicaciones graves.
   
   
2. Enfatizar la importancia de la vacunación en grupos de riesgo: Los ancianos, las mujeres embarazadas, los niños pequeños y las personas con enfermedades crónicas son más susceptibles a las complicaciones graves de la gripe. Es crucial asegurarse de que estos grupos se vacunen, ya que la protección parcial sigue siendo mejor que ninguna protección.
   
   
3. Promover otras medidas preventivas: Dado que la vacuna podría no ser suficiente para controlar los brotes de gripe este año, es importante recordar a los pacientes la necesidad de otras estrategias preventivas. El lavado de manos, el uso de mascarillas y el distanciamiento social siguen siendo herramientas clave en la prevención de la transmisión de la gripe.
   
   
4. Estar alerta ante los primeros signos de complicaciones: Con la posibilidad de una mayor tasa de hospitalización debido a la cepa H3N2, los médicos deben estar atentos a los primeros signos de complicaciones graves, como neumonía, en sus pacientes con gripe, especialmente aquellos que pertenecen a grupos de alto riesgo.
   

La investigación futura y posibles soluciones
El problema de la discordancia entre la vacuna y las cepas circulantes es un desafío continuo en la lucha contra la gripe. Sin embargo, hay varias estrategias que podrían mejorar la efectividad de las vacunas en el futuro:

1. Vacunas universales: Una de las áreas más prometedoras de la investigación en vacunas contra la gripe es el desarrollo de una vacuna universal. En lugar de dirigirse a las proteínas de superficie del virus, como la hemaglutinina, estas vacunas estarían diseñadas para atacar partes más conservadas del virus, como las proteínas internas. Esto podría proporcionar una protección más amplia y duradera contra múltiples cepas de influenza.
   
   
2. Mejores sistemas de vigilancia: A medida que la tecnología de secuenciación genómica avanza, los sistemas de vigilancia global podrían volverse más precisos en la identificación de las cepas que circulan. Esto permitiría ajustar las recomendaciones de la vacuna con mayor precisión y reducir la posibilidad de discordancias significativas.
   
   
3. Métodos alternativos de producción de vacunas: El uso de cultivos celulares en lugar de huevos para producir vacunas contra la gripe podría ayudar a reducir el riesgo de mutaciones indeseadas durante el proceso de fabricación. Algunas vacunas producidas en cultivos celulares ya están disponibles en ciertos países, y su adopción más amplia podría mejorar la efectividad general de las vacunas contra la gripe.