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¿Es el Sexo Peligroso para el Corazón?

Discussion in 'El Foro Médico' started by medicina española, Sep 29, 2024.

  1. medicina española

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    ¿Por qué seguimos escuchando la historia de que "el sexo causa infartos"?

    El mito de que el sexo puede provocar infartos de miocardio sigue siendo un tema recurrente tanto en medios de comunicación como en conversaciones cotidianas, especialmente cuando alguna celebridad sufre un evento cardíaco tras una relación sexual. Pero, ¿qué tan cierto es este mito? A lo largo de los años, investigaciones científicas han tratado de desmentir esta creencia infundada, pero su prevalencia parece persistir.

    En este artículo, vamos a analizar de manera exhaustiva la relación entre la actividad sexual y los eventos cardiovasculares, apoyándonos en datos científicos actualizados y estudios revisados por pares. Exploraremos también cómo las condiciones preexistentes de salud pueden influir en los riesgos durante la actividad sexual y qué recomendaciones pueden seguir los profesionales de la salud para abordar este tema con sus pacientes.

    Actividad física y el corazón: entendiendo la mecánica
    Primero, es importante comprender que la actividad sexual no es más que una forma de ejercicio físico, aunque con características particulares. Para la mayoría de las personas, el sexo equivale a un ejercicio moderado en términos de gasto energético. Según el estudio Energy Expenditure During Sexual Activity in Young Healthy Couples, publicado en PLOS One, la energía promedio gastada durante una relación sexual es similar a la que se gasta en actividades como caminar a un paso moderado.

    Este estudio muestra que, durante una relación sexual, los hombres queman un promedio de 101 calorías, mientras que las mujeres queman alrededor de 69 calorías. Esto equivale a subir dos o tres pisos de escaleras. Aunque la frecuencia cardíaca y la presión arterial aumentan durante la actividad sexual, estos valores suelen estar dentro de rangos que el corazón de una persona sana puede manejar sin problemas.

    ¿Qué dicen los estudios sobre el riesgo de infarto durante el sexo?
    Un metaanálisis publicado en JAMA Cardiology en 2017 revisó múltiples estudios que examinan el riesgo de infarto de miocardio asociado con la actividad sexual. El estudio concluyó que, aunque existe un pequeño aumento en el riesgo de infarto inmediatamente después del sexo, este aumento es temporal y no representa un peligro significativo para la mayoría de las personas, especialmente aquellas con un buen estado físico y sin afecciones cardíacas graves.

    En un estudio clásico realizado por Muller et al., publicado en el New England Journal of Medicine, los investigadores concluyeron que el riesgo absoluto de sufrir un infarto durante la actividad sexual es extremadamente bajo, representando solo un 1% de los casos de infartos de miocardio. De hecho, el riesgo es mucho mayor durante otras formas de ejercicio, como correr o realizar actividades físicas más intensas.

    Este mismo estudio subraya que los individuos que tienen una vida sexual activa y realizan ejercicio regularmente tienen un menor riesgo de sufrir eventos cardíacos, ya que el ejercicio frecuente fortalece el corazón y mejora la respuesta cardiovascular a situaciones de esfuerzo, como el sexo.

    ¿Quiénes están en riesgo?
    Aunque la actividad sexual no es inherentemente peligrosa para el corazón, sí existen ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de eventos cardíacos durante el sexo en personas con problemas de salud subyacentes.

    1. Personas con enfermedades cardíacas previas: Aquellos que han sufrido un infarto de miocardio o tienen enfermedades cardiovasculares significativas deben consultar a su médico antes de reanudar la actividad sexual. Esto se debe a que, en algunos casos, la respuesta cardiovascular al esfuerzo puede estar comprometida y el corazón podría no ser capaz de manejar adecuadamente el aumento en la demanda de oxígeno.

    2. Hipertensión no controlada: La presión arterial alta, especialmente si no está controlada adecuadamente con medicamentos, puede aumentar el riesgo de un evento cardiovascular durante el sexo. La actividad sexual puede causar picos temporales en la presión arterial, lo que podría ser peligroso en personas con hipertensión severa.

    3. Personas con obesidad: El sobrepeso y la obesidad pueden agravar las condiciones cardiovasculares y aumentar el esfuerzo que el corazón necesita para bombear sangre durante la actividad sexual.

    4. Pacientes con disfunción eréctil: Existe una relación entre la disfunción eréctil y las enfermedades cardiovasculares. La disfunción eréctil es a menudo un signo temprano de enfermedad arterial coronaria, ya que ambas condiciones están relacionadas con el flujo sanguíneo reducido debido a la aterosclerosis. Los hombres con disfunción eréctil deben ser evaluados cuidadosamente por un cardiólogo antes de iniciar cualquier tratamiento, especialmente si se considera el uso de medicamentos como los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (por ejemplo, el sildenafil).

    5. Estrés psicológico: Las personas que experimentan ansiedad o estrés en torno a su rendimiento sexual también pueden estar en mayor riesgo. El estrés puede aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca, exacerbando cualquier condición cardíaca preexistente.
    Medicamentos y su impacto en la actividad sexual
    Muchos pacientes con enfermedades cardíacas toman medicamentos para controlar sus afecciones. Estos medicamentos pueden tener un impacto en la función sexual, y los médicos deben ser conscientes de cómo ciertos fármacos pueden interferir en la vida sexual de sus pacientes.

    1. Betabloqueantes: Estos medicamentos, comúnmente utilizados para tratar la hipertensión y otras afecciones cardíacas, pueden reducir la libido y causar disfunción eréctil en los hombres.

    2. Diuréticos: También usados para controlar la presión arterial alta, estos medicamentos pueden disminuir el flujo sanguíneo hacia el pene, lo que podría dificultar la erección.

    3. Inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5: Medicamentos como el sildenafil, vardenafil y tadalafil, que se utilizan para tratar la disfunción eréctil, son generalmente seguros para pacientes cardíacos, pero siempre bajo supervisión médica. Los hombres que toman nitratos no deben usar estos medicamentos debido al riesgo de una peligrosa caída en la presión arterial.
    Cómo aconsejar a los pacientes sobre la actividad sexual
    Es fundamental que los profesionales de la salud aborden el tema de la actividad sexual con sus pacientes de manera abierta y sin prejuicios. Muchos pacientes, especialmente aquellos que han sufrido eventos cardíacos, pueden sentir ansiedad o vergüenza de hablar sobre su vida sexual con su médico. Sin embargo, la comunicación clara y empática es clave para brindar un cuidado integral.

    1. Evaluación del riesgo: Para los pacientes con enfermedades cardíacas, es recomendable realizar una evaluación completa del estado de salud cardiovascular antes de permitirles reanudar la actividad sexual. Esto puede incluir pruebas de esfuerzo, ecocardiogramas y otros estudios para asegurarse de que el corazón puede manejar el esfuerzo.

    2. Recomendaciones de estilo de vida: Promover un estilo de vida saludable que incluya ejercicio regular, una dieta equilibrada y control del estrés puede mejorar tanto la salud cardiovascular como la función sexual.

    3. Adaptación gradual: En algunos casos, puede ser útil sugerir que los pacientes con enfermedades cardíacas graves reanuden la actividad sexual de manera gradual. Esto puede incluir actividades íntimas menos intensas antes de intentar el coito completo.

    4. Psicoterapia o asesoría: Los pacientes que experimentan ansiedad o miedo en torno a la actividad sexual, especialmente después de un evento cardíaco, pueden beneficiarse de la terapia psicológica. Los terapeutas sexuales y psicólogos especializados en salud sexual pueden proporcionar estrategias para superar el miedo y mejorar la calidad de vida sexual.
    Estudios que desmienten la relación directa entre sexo y muerte súbita
    Un estudio retrospectivo publicado en Archives of Internal Medicine en 1996, que analizó la relación entre la actividad sexual y la muerte súbita, encontró que solo el 0.6% de las muertes súbitas ocurren durante o inmediatamente después de la actividad sexual. La mayoría de estos casos involucraban a hombres que no estaban físicamente activos y que tenían múltiples factores de riesgo cardiovasculares.

    Otro estudio publicado en American Journal of Cardiology en 2012 concluyó que los hombres que son físicamente activos y tienen relaciones sexuales regularmente tienen un menor riesgo de muerte súbita. Estos estudios subrayan la importancia de mantener una buena salud física y cardiovascular para minimizar cualquier riesgo relacionado con la actividad sexual.

    La importancia de la educación continua
    Es crucial que los médicos continúen educándose sobre los últimos avances en la relación entre la actividad sexual y la salud cardiovascular. La evidencia científica actual indica que el sexo es seguro para la mayoría de las personas, incluidas aquellas con enfermedades cardíacas, siempre que estén bajo control médico.
     

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