Uso de Melatonina en Niños: Nuevas Recomendaciones para su Manejo La melatonina es una hormona natural que regula el ciclo de sueño-vigilia en el cuerpo humano. En los últimos años, su uso en la población pediátrica ha incrementado significativamente, particularmente en casos de trastornos del sueño. Sin embargo, este aumento en su popularidad ha generado la necesidad de revisar y actualizar las recomendaciones para su uso, debido a la falta de consenso claro sobre su seguridad y efectividad a largo plazo en niños. A continuación, se presentan las últimas recomendaciones basadas en la evidencia científica más reciente. 1. Indicaciones y Situaciones Clínicas El uso de melatonina en niños se ha vuelto cada vez más común en situaciones específicas, tales como el trastorno del espectro autista (TEA), el síndrome de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), y otros trastornos neuropsiquiátricos. En estas poblaciones, la melatonina se utiliza para mejorar la latencia del sueño y la calidad general del mismo. Además, se ha investigado su uso en niños con trastornos del ritmo circadiano, como el síndrome de fase retrasada del sueño. En general, la melatonina se recomienda para: Niños con trastornos del sueño asociados al TEA o TDAH. Trastornos del ritmo circadiano. Insomnio primario en niños mayores de 6 años. Trastornos del sueño asociados a discapacidad intelectual. 2. Dosis y Administración Una de las principales controversias en el uso de melatonina en pediatría es la dosis adecuada. Las recomendaciones actuales sugieren iniciar con la dosis más baja posible, ajustándola de acuerdo con la respuesta clínica del paciente. En general, se recomiendan dosis de entre 0.5 mg y 3 mg administradas 30 a 60 minutos antes de la hora deseada para dormir. En algunos casos, puede ser necesario ajustar la dosis hasta 5 mg, especialmente en niños con trastornos neuropsiquiátricos. La forma de administración más común es en tabletas de liberación rápida, aunque en casos específicos, como en el manejo de trastornos del ritmo circadiano, se puede considerar el uso de preparaciones de liberación prolongada. 3. Seguridad y Efectos Secundarios A pesar de la popularidad de la melatonina, la seguridad a largo plazo en niños aún no está completamente establecida. Los estudios a corto plazo han mostrado que la melatonina es generalmente segura y bien tolerada en la mayoría de los niños, pero los datos sobre su uso prolongado son limitados. Los efectos secundarios más comunes incluyen: Somnolencia diurna. Dolores de cabeza. Mareos. Irritabilidad. Se han reportado efectos secundarios raros, como pesadillas y cambios en el estado de ánimo. Es crucial que los padres y los médicos monitoricen cualquier efecto adverso, especialmente durante los primeros meses de tratamiento. 4. Contraindicaciones y Precauciones La melatonina no debe utilizarse en niños menores de 3 años debido a la falta de estudios sobre su seguridad en este grupo de edad. Además, se debe tener precaución en niños con antecedentes de trastornos psiquiátricos, ya que la melatonina puede exacerbar ciertos síntomas en casos raros. También se recomienda evitar el uso concomitante de melatonina con otros sedantes o medicamentos que afecten el sistema nervioso central, a menos que esté bajo la supervisión directa de un médico. 5. Interacciones Medicamentosas La melatonina puede interactuar con varios medicamentos, lo que puede afectar su eficacia o aumentar el riesgo de efectos secundarios. Por ejemplo, la melatonina puede interactuar con anticoagulantes, aumentando el riesgo de sangrado. También puede interferir con anticonvulsivos, antihipertensivos, y medicamentos inmunosupresores. Es fundamental que los médicos revisen el historial médico completo del niño antes de prescribir melatonina, considerando todas las posibles interacciones medicamentosas. 6. Impacto en el Desarrollo y Crecimiento Infantil Una de las preocupaciones emergentes en el uso prolongado de melatonina es su potencial impacto en el desarrollo hormonal y físico de los niños. La melatonina está implicada en la regulación de otras hormonas, y hay teorías que sugieren que su uso prolongado podría influir en la pubertad o en el crecimiento general del niño. Aunque los datos aún son insuficientes, es un área que requiere mayor investigación. 7. Recomendaciones Prácticas para Médicos Para los médicos, es esencial seguir una serie de pasos antes de considerar la melatonina como una opción terapéutica: Evaluación Completa: Realizar una evaluación exhaustiva del sueño, incluyendo hábitos de sueño, factores ambientales, y posibles trastornos médicos o psiquiátricos subyacentes. Pruebas de Diagnóstico: Considerar la posibilidad de realizar estudios del sueño en casos de insomnio crónico o resistente al tratamiento. Intervenciones No Farmacológicas: Promover intervenciones no farmacológicas como la terapia cognitivo-conductual para el insomnio antes de prescribir melatonina. Monitorización Continua: Evaluar regularmente la eficacia y seguridad del tratamiento con melatonina, ajustando la dosis según sea necesario y vigilando cualquier efecto secundario. 8. Alternativas y Tratamientos Complementarios Además de la melatonina, existen otros enfoques terapéuticos que pueden ser útiles en el manejo de los trastornos del sueño en niños. Estos incluyen la terapia de luz, la higiene del sueño, y en algunos casos, la terapia conductual. La combinación de estas estrategias con la melatonina puede mejorar los resultados en muchos pacientes. La terapia de luz, por ejemplo, ha demostrado ser efectiva en niños con trastornos del ritmo circadiano, ayudando a regular su ciclo de sueño-vigilia mediante la exposición controlada a luz brillante en momentos específicos del día. 9. Consideraciones Éticas y Legales El uso de melatonina en pediatría plantea consideraciones éticas, particularmente en relación con la prescripción fuera de indicación ("off-label"). Aunque la melatonina está disponible sin receta en muchos países, su uso en niños debe ser cuidadosamente considerado y justificado por la falta de alternativas efectivas y la presencia de evidencia científica que respalde su uso en cada caso particular. Es importante que los médicos informen a los padres sobre la naturaleza de la prescripción, explicando los beneficios potenciales y los riesgos asociados, así como la falta de datos a largo plazo sobre su seguridad. 10. Futuras Investigaciones y Avances El campo del sueño infantil sigue evolucionando, y la melatonina continúa siendo un área de intensa investigación. Los estudios futuros se centrarán en entender mejor los mecanismos de acción de la melatonina en niños, su impacto a largo plazo, y la identificación de biomarcadores que puedan predecir qué niños responderán mejor al tratamiento. También es probable que se desarrollen nuevas formulaciones de melatonina específicamente diseñadas para su uso en pediatría, con perfiles de seguridad más definidos y una mejor comprensión de las dosis adecuadas según la edad y el peso.