La culebrilla puede atacar dos veces: ¿Ayudará la vacuna contra la culebrilla? La culebrilla, también conocida como herpes zóster, es una infección viral dolorosa causada por el virus varicela-zóster, el mismo virus que causa la varicela. Generalmente se manifiesta como una erupción cutánea dolorosa en un solo lado del cuerpo, a menudo en el torso, aunque también puede aparecer en la cara, los ojos o en otras partes del cuerpo. Uno de los principales problemas que rodean esta enfermedad es la creencia errónea de que solo ocurre una vez en la vida. De hecho, la culebrilla puede reaparecer, y cuando lo hace, a menudo es más grave y debilitante. Este artículo abordará la posibilidad de sufrir culebrilla más de una vez y el papel de la vacuna en la prevención de futuros episodios. El ciclo del virus varicela-zóster en el cuerpo Después de que una persona ha tenido varicela, el virus varicela-zóster no desaparece del cuerpo. En lugar de eso, permanece en estado latente en el sistema nervioso, específicamente en los ganglios de las raíces dorsales y craneales. En la mayoría de las personas, el virus puede permanecer inactivo durante toda la vida, pero en algunos casos, se reactiva años o incluso décadas después, dando lugar a la culebrilla. Uno de los factores desencadenantes más comunes de la reactivación del virus es un sistema inmunológico debilitado. A medida que envejecemos, el sistema inmunológico tiende a volverse menos eficiente, lo que aumenta el riesgo de que el virus se reactive. Este es el motivo por el cual la culebrilla es más común en personas mayores de 50 años, aunque puede afectar a personas más jóvenes, especialmente aquellas con sistemas inmunitarios comprometidos. ¿Es posible tener culebrilla dos veces? El consenso médico solía ser que la culebrilla era una enfermedad que solo se presentaba una vez en la vida de una persona. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que no solo es posible tener culebrilla más de una vez, sino que también podría ocurrir varias veces. De hecho, estudios indican que aproximadamente entre el 5% y el 10% de las personas que han tenido culebrilla pueden experimentarla nuevamente en algún momento de sus vidas. Esto es más probable en aquellos con sistemas inmunológicos debilitados o comprometidos, como personas con VIH/SIDA, pacientes con cáncer sometidos a quimioterapia o radioterapia, o aquellos que toman medicamentos inmunosupresores. La segunda o subsecuentes recurrencias de culebrilla no solo pueden ser igualmente dolorosas, sino que también pueden ser más complicadas. Por ejemplo, el riesgo de desarrollar neuralgia postherpética, una complicación que causa dolor prolongado incluso después de que la erupción ha desaparecido, aumenta con cada episodio recurrente. Además, la localización de la erupción puede variar con cada recurrencia, afectando diferentes áreas del cuerpo. ¿Cómo funciona la vacuna contra la culebrilla? La vacuna contra la culebrilla, también conocida como vacuna contra el herpes zóster, fue diseñada para prevenir la reactivación del virus varicela-zóster y, por ende, la aparición de la culebrilla. En la actualidad, existen dos tipos principales de vacunas para la culebrilla disponibles: Zostavax y Shingrix. Ambas están aprobadas por las agencias regulatorias de salud, pero difieren en su composición, eficacia y mecanismos de administración. Zostavax: Esta es la primera vacuna que se introdujo en el mercado para la prevención de la culebrilla. Es una vacuna viva atenuada, lo que significa que contiene una versión debilitada del virus varicela-zóster. Zostavax reduce el riesgo de desarrollar culebrilla en aproximadamente un 51% y el riesgo de neuralgia postherpética en un 67%. Sin embargo, su eficacia disminuye con la edad y con el paso del tiempo. Por ejemplo, para las personas mayores de 70 años, la eficacia puede ser significativamente menor. Shingrix: Aprobada en 2017, Shingrix es una vacuna recombinante, lo que significa que no contiene el virus vivo, sino que utiliza una proteína del virus junto con un adyuvante para estimular una respuesta inmunológica más fuerte. Esta vacuna ha demostrado ser significativamente más eficaz que Zostavax, reduciendo el riesgo de desarrollar culebrilla en más del 90% de los casos, independientemente de la edad, y mantiene una alta eficacia durante varios años. Shingrix requiere dos dosis, administradas con un intervalo de dos a seis meses entre sí. ¿Puede la vacuna prevenir la culebrilla más de una vez? Uno de los aspectos más importantes de la vacuna contra la culebrilla es su capacidad para reducir el riesgo no solo del primer episodio, sino también de recurrencias futuras. Las personas que ya han tenido culebrilla todavía pueden beneficiarse de la vacunación para evitar nuevos episodios. Los estudios clínicos han demostrado que la vacuna Shingrix es eficaz incluso en personas que han tenido un episodio previo de culebrilla, reduciendo considerablemente la probabilidad de una segunda recurrencia. En cuanto a la duración de la protección, la evidencia sugiere que Shingrix proporciona una inmunidad a largo plazo, con eficacia comprobada durante al menos cuatro años y posiblemente más. En contraste, Zostavax muestra una disminución más rápida de su efectividad con el tiempo, lo que ha llevado a muchos profesionales de la salud a recomendar Shingrix como la opción preferida, especialmente en personas mayores de 50 años o aquellas con alto riesgo de recurrencia. Factores de riesgo para la recurrencia de la culebrilla Además de la edad avanzada y un sistema inmunológico debilitado, existen otros factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir culebrilla recurrente. Entre ellos se incluyen: Estrés crónico: El estrés constante puede debilitar el sistema inmunológico y hacer que el cuerpo sea más susceptible a la reactivación del virus. Enfermedades crónicas: Condiciones como la diabetes, enfermedades pulmonares o enfermedades cardíacas pueden comprometer la inmunidad. Uso prolongado de corticosteroides: Medicamentos como los corticosteroides, que suprimen la inflamación, también pueden suprimir el sistema inmunológico. Deficiencias nutricionales: Una dieta pobre en nutrientes esenciales, como vitaminas C y D, puede afectar negativamente la capacidad del sistema inmunológico para controlar la actividad viral. Complicaciones asociadas con la culebrilla recurrente Cada episodio de culebrilla no solo es doloroso y debilitante, sino que también aumenta el riesgo de complicaciones graves. La neuralgia postherpética es una de las complicaciones más comunes y persistentes, especialmente en personas mayores de 60 años. Este trastorno se caracteriza por un dolor intenso y prolongado en el área afectada por la culebrilla, que puede durar meses o incluso años después de que la erupción ha desaparecido. El riesgo de desarrollar neuralgia postherpética aumenta con cada episodio recurrente de culebrilla. Otras complicaciones incluyen: Infecciones bacterianas secundarias: La piel afectada por la culebrilla es más susceptible a infecciones bacterianas que pueden requerir tratamiento con antibióticos. Problemas oculares: Si la culebrilla afecta el área alrededor de los ojos (herpes zóster oftálmico), puede causar inflamación y daño en la córnea, lo que podría llevar a la pérdida de la visión si no se trata a tiempo. Problemas neurológicos: En casos raros, la culebrilla puede causar inflamación cerebral (encefalitis), parálisis facial o problemas auditivos. Cicatrización permanente: Las lesiones de la culebrilla pueden dejar cicatrices permanentes en la piel, especialmente si no se tratan adecuadamente. ¿Quién debería vacunarse? Dado el riesgo de recurrencia y las complicaciones asociadas, la vacunación contra la culebrilla es altamente recomendada para las personas mayores de 50 años, independientemente de si han tenido culebrilla antes. También es recomendable para adultos de 19 años en adelante que tengan un sistema inmunitario debilitado o que estén en riesgo debido a enfermedades subyacentes. La vacunación es especialmente importante para aquellos con historial de culebrilla, ya que los episodios recurrentes tienden a ser más graves. Efectos secundarios de la vacuna Como cualquier intervención médica, la vacunación contra la culebrilla puede causar efectos secundarios. Los efectos secundarios más comunes de Shingrix incluyen dolor en el lugar de la inyección, fatiga, dolor muscular y fiebre leve. Estos síntomas suelen desaparecer en pocos días y no son motivo de preocupación. En casos raros, las personas pueden experimentar reacciones alérgicas severas, pero estas son extremadamente inusuales. En comparación, Zostavax tiene una tasa más baja de efectos secundarios, pero también es menos eficaz, lo que hace que Shingrix sea la opción preferida para la mayoría de las personas.