¿Crees que tu hijo tiene TDAH? Lo que tu pediatra puede — y debe — hacer El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos del neurodesarrollo más comunes en la infancia. Muchos padres se preguntan qué pasos deben seguir si sospechan que su hijo puede tener TDAH. Es fundamental que los pediatras estén bien informados sobre cómo manejar estas situaciones, ya que son los primeros profesionales de la salud a los que los padres acuden en busca de orientación. Evaluación Inicial y Signos de Alerta Cuando un pediatra recibe la preocupación de un padre sobre un posible TDAH, el primer paso es realizar una evaluación inicial detallada. Esta evaluación debe incluir un historial médico completo del niño, así como una revisión del historial familiar, ya que el TDAH tiene un componente genético significativo. Es crucial que el pediatra se enfoque en identificar signos de alerta como: Falta de atención: El niño parece no prestar atención en clase, comete errores por descuido, se distrae fácilmente y tiene dificultades para seguir instrucciones. Hiperactividad: Comportamientos como moverse constantemente, hablar en exceso, y la incapacidad de permanecer sentado en situaciones en las que se espera tranquilidad. Impulsividad: Dificultad para esperar su turno, interrumpir conversaciones o actuar sin pensar en las consecuencias. Estos síntomas deben estar presentes en más de un entorno (por ejemplo, en casa y en la escuela) y causar una disfunción significativa para que se considere TDAH. Además, es vital que estos síntomas se presenten antes de los 12 años y no sean explicados mejor por otro trastorno mental o neurológico. Herramientas de Evaluación y Diagnóstico El pediatra debe utilizar herramientas de evaluación estandarizadas para diagnosticar TDAH. Entre las más utilizadas se encuentran: Escalas de Conners: Se aplican tanto a padres como a maestros y proporcionan una evaluación sobre la frecuencia de los síntomas del TDAH. Cuestionario de Evaluación del TDAH del DSM-5: Este cuestionario está alineado con los criterios diagnósticos del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición (DSM-5), proporcionando una guía clara para los profesionales. Entrevistas clínicas estructuradas: Estas entrevistas permiten al pediatra obtener un panorama más detallado del comportamiento del niño, tanto en el hogar como en la escuela. Colaboración Multidisciplinaria Una vez que el pediatra ha realizado una evaluación inicial y ha identificado signos de TDAH, es importante que colabore con otros profesionales de la salud, como psicólogos, neuropsicólogos y psiquiatras infantiles. La evaluación neuropsicológica puede ser fundamental para diferenciar entre TDAH y otros trastornos comórbidos como la ansiedad, la depresión o los trastornos del aprendizaje. Educación para los Padres El papel del pediatra no solo se limita al diagnóstico; también debe proporcionar una educación adecuada a los padres sobre el TDAH. Esto incluye explicarles que el TDAH no es el resultado de una mala crianza, sino de una combinación de factores genéticos, ambientales y neurológicos. También es esencial proporcionar a los padres información sobre las diferentes opciones de tratamiento disponibles. Opciones de Tratamiento El tratamiento del TDAH debe ser personalizado y puede incluir: Intervenciones conductuales: La terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser efectiva para ayudar a los niños con TDAH a manejar sus síntomas. Medicamentos: Los estimulantes como el metilfenidato y las anfetaminas son comúnmente utilizados en el tratamiento del TDAH. El pediatra debe discutir los posibles beneficios y efectos secundarios con los padres y, si es necesario, referir al niño a un psiquiatra infantil para una evaluación más detallada. Intervenciones educativas: Trabajar con la escuela para crear un Plan de Educación Individualizado (IEP, por sus siglas en inglés) o un Plan de Sección 504 puede ser esencial para adaptar el entorno educativo a las necesidades del niño. Apoyo psicológico y psicosocial: La inclusión de terapia familiar y grupos de apoyo puede ser beneficiosa para manejar los desafíos asociados con el TDAH. Seguimiento y Monitoreo Continuo El seguimiento es una parte crucial en el manejo del TDAH. El pediatra debe programar visitas regulares para monitorear la efectividad del tratamiento y realizar ajustes según sea necesario. Esto incluye evaluar la respuesta a la medicación, los posibles efectos secundarios y la evolución de las intervenciones conductuales. Manejo de Comorbilidades El TDAH rara vez ocurre de manera aislada. Es común que los niños con TDAH también presenten trastornos de ansiedad, depresión, trastornos del aprendizaje, entre otros. El pediatra debe estar atento a estos posibles trastornos comórbidos y, en caso necesario, coordinar con otros especialistas para asegurar un tratamiento integral. Comunicación con las Escuelas Una comunicación efectiva con el entorno escolar es esencial. El pediatra debe ser proactivo en comunicarse con los maestros y orientadores escolares para asegurar que el niño reciba el apoyo necesario. Esto puede incluir desde la adaptación del plan de estudios hasta la implementación de estrategias específicas en el aula. Empoderamiento de los Padres y el Paciente Es fundamental empoderar a los padres y al paciente en el proceso de manejo del TDAH. El pediatra debe proporcionar recursos y herramientas para que los padres aprendan a manejar los síntomas del TDAH en casa. Esto incluye estrategias de disciplina positiva, creación de rutinas estructuradas, y refuerzo de comportamientos adecuados. Consideraciones Éticas y Culturales Los pediatras también deben ser conscientes de las consideraciones éticas y culturales en el manejo del TDAH. Los enfoques del tratamiento pueden variar dependiendo del trasfondo cultural de la familia, y es importante respetar y adaptar las recomendaciones de acuerdo a estas diferencias. Innovaciones en el Tratamiento del TDAH Con los avances en la neurociencia, nuevas terapias y enfoques están emergiendo en el tratamiento del TDAH. Algunas de estas innovaciones incluyen: Neurofeedback: Una técnica de retroalimentación en tiempo real que puede ayudar a los niños a controlar mejor sus impulsos y mejorar la atención. Entrenamiento cognitivo asistido por computadora: Programas diseñados para mejorar las funciones ejecutivas y la memoria de trabajo en niños con TDAH. Terapia basada en la atención plena (mindfulness): Una intervención que está ganando popularidad debido a su enfoque no farmacológico y su potencial para reducir los síntomas de TDAH. Conclusión de la Evaluación del Pediatra Es vital que los pediatras adopten un enfoque integral y centrado en el paciente para el manejo del TDAH. Desde la evaluación inicial hasta el tratamiento y el seguimiento continuo, el pediatra juega un papel fundamental en la vida de los niños con TDAH y sus familias. La educación, la intervención temprana y el trabajo en equipo con otros profesionales son la clave para garantizar un manejo adecuado del TDAH.